jueves, 29 de enero de 2015

Antonio Machado


NOCHE*

Siempre fugitiva y siempre
cerca de mí, en negro manto
mal cubierto el desdeñoso
gesto de tu rostro pálido.
No sé adónde vas, ni dónde
tu virgen belleza tálamo
busca en la noche. No sé
qué sueños cierran tus párpados,
ni de quién haya entreabierto
tu lecho inhospitalario.

.............................................

Detén el paso, belleza
esquiva, detén el paso.

Besar quisiera la amarga,
amarga flor de tus labios.


* En Soledades (1903), el poema aparece con este título y sin división estrófica, no así en la edición de Soledades. Galerías. Otros poemas (1907).

("En la autobiografía de 1913, Antonio, más expansivo que en otras partes, dice de sí mismo: 'No soy muy sociable, pero conservo afecto a las personas. He hecho vida desordenada en mi juventud y he sido algo bebedor, sin llegar al alcoholismo... No he sido nunca mujeriego y me repugna toda pornografía.' En definitiva, durante toda su juventud y hasta bien entrado el siglo, por ser más bien huraño, ausente y desaliñado, e inseparable las más de las veces en cafés y tertulias de su hermano más vivaz y comunicativo, se le solía considerar casi siempre en segundo lugar, como 'Antonio, hermano de Manuel'. De la Introducción a Soledades. Galerías. Otros poemas, con edición de Geoffrey Ribbans, Cátedra, 1993.)


ARTE POÉTICA

Y en toda el alma hay una sola fiesta
tú lo sabrás, Amor sombra florida,
sueño de aroma, y luego... nada; andrajos,
rencor, filosofía.
Roto en tu espejo tu mejor idilio,
Y vuelto ya de espaldas a la vida,
Ha de ser tu oración de la mañana:
¡Oh, para ser ahorcado, hermoso día!

martes, 27 de enero de 2015

STRANGE FRUIT


Los árboles del Sur tienen frutos extraños.
Sangre en las hojas y sangre en las raíces.
Cuerpos negros balanceándose con la brisa del sur.
Extraños frutos colgando de los álamos.

Una escena pastoral del Sur galante,
los ojos fuera de sus cuencas y la boca torcida,
aroma de las magnolias, dulce y fresco,
entonces, el repentino olor a carne quemada.

Lo que hay aquí es un fruto para que lo arranquen los cuervos,
para que lo empape la lluvia,
para que lo zarandee el viento,
para que el sol lo pudra,
para que gotee de los árboles.
Lo que hay aquí es un cultivo extraño y amargo.


Southern trees bear strange fruit,
Blood on the leaves and blood at the root,
Black bodies swinging in the southern breeze,
Strange fruit hanging from the poplar trees.

Pastoral scene of the gallant south,
The bulging eyes and the twisted mouth,
Scent of magnolias,
sweet and fresh,
Then the sudden smell of burning flesh.

Here is fruit for the crows to pluck,
For the rain to gather, for the wind to suck,
For the sun to rot, for the trees to drop,
Here is a strange and bitter crop.


                              Abel Meeropol


("A finales de los años treinta, Abel Meeropol, un profesor judío de Nueva York, quedó impresionado al ver la fotografía del linchamiento de dos afroamericanos en un estado del Sur. Una muchedumbre de blancos de todas las edades, hombres, mujeres y niños, aparecían sonrientes alrededor de los cadáveres de Thomas Shipp y Abram Smith, colgados de dos álamos en medio de la noche. Aquella visión, cruda y desagradable, se le metió en la cabeza y no pudo dejar de pensar en ella durante varios días. Como resultado de esa experiencia escribió el poema ‘Bitter Fruit’ (Fruta amarga), que publicó bajo el seudónimo de Lewis Allan. Ante la excelente acogida, sus compañeros del partido comunista le animaron a ponerle música, y así nació la canción ‘Strange Fruit’. (Aunque más adelante se diría que fue Holiday quien puso música al poema de Meeropols, quedó demostrado que no fue así)." Texto de Javier Márquez Sánchez, extraído del blog "La poesía es un arma cargada de futuro".)

miércoles, 21 de enero de 2015

Aforismo XI. EZRA POUND


"Lo esencial de un poeta es que nos construya su mundo"

Ezra Pound
 
 
  Ezra Pound, Richard Avedon (1958)

lunes, 19 de enero de 2015

Recomendado por... Un entomólogo


LAS MOSCAS

Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.

¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!

¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!

Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,

—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales…
Moscas de todas las horas,

de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,

de siempre… Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado

sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.

Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.

            Antonio Machado (Soledades, Galerías y otros poemas, 1907)



LA MOSCA

Pequeña Mosca,
Juego del verano
Mi mano sin pensar
Te ha barrido de mi lado.

¿No soy yo
Una mosca como tú?
¿O no eres tú
Un hombre como yo?

Porque yo bailo
Y bebo y canto,
Hasta que una ciega mano
Habrá de barrer mi ala.

Si el pensar es vida
Y fuerza y aliento,
Y la voluntad
De pensar está muerta.

Entonces soy yo
Una mosca feliz
Si vivo
O si muero.

          William Blake (Cantos de Experiencia, 1794)



AL MOSQUITO DE LA TROMPETILLA

Ministril de las ronchas y picadas,
Mosquito postillón, Mosca barbero,
Hecho me tienes el testuz harnero
Y deshecha la cara a manotadas.

Trompetilla que toca a bofetadas,
Que vienes con rejón contra mi cuero,
Cupido pulga, Chinche trompetero
Que vuelas comezones amoladas,

¿Por qué me avisas si picarme quieres?
Que pues que das dolor a los que cantas,
De Casta y condición de potras eres.

Tú vuelas y tú picas y tú espantas
Y aprendes del cuidado y las mujeres
A malquistar el sueño con las mantas.

                     Francisco de Quevedo

domingo, 11 de enero de 2015

Samuel Beckett: Poemas, 1937-1939


En 1937, Beckett rompió su pacto con todas las formas de la noche que había conocido hasta entonces: Irlanda, el idioma inglés y su madre. Entonces se escapó a París, a escribir en francés para siempre. Veinte años después, los lectores supieron que Murphy era una de las novelas más acabadas de Beckett, una estructura incluso superior a la trilogía francesa Molloy (1951), Malone muere (1952) y El innombrable (1953). La puerta de entrada al idioma francés fue un breve adiós contenido en Poémes, 1937-1939 que más tarde retomaría en Six Poemes, 1947-1949. Los primeros fueron publicados en Les Temps Modernes en 1946. Los Six Poémes se publicaron por vez primera en Transition Forty-Eight en 1948, y en Cahiers de Saisons en 1955.


1

Vienen
otras y las mismas
con cada una es diferente y lo mismo
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es la misma

En el año de 1937, París había sido para Beckett una fuga desesperada de las sombras, pero el destino de esa evasión serían las tinieblas de la Segunda Guerra mundial. Este poema ha sido leído como una imagen de amor desdichado, pero en realidad es una declaración de odio a la noche, a las sombras que vienen, otras y las mismas, en ausencia del amor. La noche que hay dentro de la noche es el tema central de la poesía francesa de Samuel Beckett.


2

Para ella el acto tranquilo
los poros sabios el sexo libre
la espera no muy lenta los lamentos no
muy largos
la ausencia
al servicio de la presencia
algunos jirones de azul en la cabeza los
vuelcos
del corazón
al fin muertos
toda la tardía gracia de una lluvia
interrumpida
al caer una noche
de agosto
para ella vacía
él puro
de amor

El 7 de enero de 1938 Beckett salió a tomar un café con sus amigos Alan y Belinda Duncan. Mientras caminaban por la calle de Orleans, un hombre se acercó a pedirles dinero. Ante la negativa de Beckett, el hombre le hundió un puñal en el pecho. Los Duncan pidieron auxilio por las calles oscuras de París mientras el escritor se desangraba. Una mujer les abrió las puertas de su casa. Minutos más tarde, una ambulancia recogía a Beckett entre la vida y la muerte. La mujer, una pianista dedicada a la enseñanza de la música, era Suzanne Deschevaux-Dumesnil. Así conoció Beckett a la mujer con la que compartiría su vida los próximos cuarenta años. "Para ella el acto tranquilo" podría leerse como un poema dedicado a Suzanne en los duros años franceses. Un raro poema de amor.


3

Estar ahí sin mandíbulas ni dientes
a donde se va el placer de perder
con el apenas inferior
de ganar
y Roscelin y esperamos
adverbio oh regalo
vacío vacío salvo unos pedazos de canción
mi padre me ha dado un marido
o al arreglar las flores
que moja tanto como quiere
hasta la elegía
de los cascos herrados todavía lejos de Les Halles
o el agua de la chusma apestando los caños
o que moje sin más
porque es así
que pula lo superfluo
y venga
con la boca idiota y la mano hormigueante
hasta el fondo del ojo que escucha
desde lejos
los tijeretazos plateados

Este es quizás el poema francés más oscuro entre la oscura poesía beckettiana. En su versión al español, Jenaro Talens propone "zuecos herrados aún lejos de Les Halles" y "el agua de los críos echando pestes por las tuberías". He preferido un traslado más literal: "cascos herrados" y "el agua de la chusma apestando los caños".


4

ASCENSIÓN

Através de la rendija
aquel día en el que un niño
pródigo a su manera
regresa a la familia
escucho su voz emocionada
comenta la copa mundial de futbol
siempre demasiado joven
al mismo tiempo por la ventana abierta
los aires sin más
sordamente
el oleaje de los fieles
su sangre salpicó con abundancia
sobre las sábanas sobre las plantas sobre su cuerpo
con dedos repulsivos cerró los párpados
sobre los grandes ojos verdes asombrados
rueda ligera
sobre mi tumba de aire

Con el tema del desdoblamiento, mezcla de sueño y revelación especular, Beckett escribió dos poemas, "Ascensión" y "Anfiteatro de Lutecia". En el caso de este poema, la voz emocionada del niño que comenta la copa del mundo de 1934 es el personaje central del poema. Al final, "rueda ligera / sobre mi tumba de aire", alude al mismo sujeto: "la voz rueda ligera", como quien está encerrado en el exterior. Acaso se podría pensar que "el oleaje de los fieles" se refiere a una manifestación religiosa en Irlanda.


5

LA MOSCA

Entre la escena y yo
el cristal
vacío salvo ella
vientre a tierra ceñida por sus negras tripas
antenas locas alas enredadas
patas curvas boca succionando en el vacío
golpeando en el azul estrellándose contra lo invisible
impotente bajo mi pulgar
trastorna al mar y al cielo serenos

El más pequeño acto puede trastornar el universo. Este es uno de los temas centrales de la obra de Beckett. Una mosca impotente bajo el pulgar puede trastornar al mar y al cielo serenos.


6

Música de la indiferencia
corazón tiempo aire fuego arena
de la silenciosa ruina de amores
cubre sus voces
y que no me escuche más
callarme

Música de la indiferencia: Molloy inmóvil en su habitación, Malone esperando la muerte mientras cuenta distintas historias, El Innombrable que no sabe su nombre pues constantemente se convierte en otra cosa, Bom y Pin gateando en la oscuridad. Todos estos personajes no se escuchan más callarse, y la ruina del amor.


7

Bebe solo
bufa quema fornica revienta solo
como antes
los ausentes están muertos los presentes apestan
saca tus ojos vuélvelos hacia los juncos
se enojen o los perezosos
no vale la pena está el viento
y el insomnio

La poesía francesa de Beckett prefigura al personaje beckettiano desarrollado más tarde en su narrativa: un hombre solo, en la oscuridad de un cuarto se pregunta cómo ha llegado hasta ahí. Se trata de Molloy, de Malone. El Belacqua de Dante, a las puertas del Infierno no espera nada, salvo la memoria.


8

De ese modo a pesar
por el buen tiempo y por el malo
encerrado en su casa y en la de otros
como si fuera ayer acordarnos del mamut
el dinoterio los primeros besos
los periodos glaciares no traen nada nuevo
el gran calor del año trece de su era
humo sobre Lisboa Kant fríamente colgado
soñar en generaciones de robles y olvidar al padre
sus ojos si tenía bigote
si era bueno de qué murió
no por esto nos come sin menos apetito
el mal tiempo y el peor
encerrado en su casa y en la de otros

En diciembre del año de 1937, Beckett llevó su maleta de mala suerte y ambiciones literarias hasta el hotel Liberia. El cariño de sus amigos Brian Coffey, los Duncan y Richard Thomas, le insinuó el contacto fugaz de los paraísos. Este poema es un homenaje a la amistad, aunque no por eso, por la cálida recepción de sus amigos parisinos, "nos come con menos apetito el mal tiempo y el peor".


9

DIEPPE

La última marea
el guijarro muerto
media vuelta y los pasos
hacia las viejas luces

"Dieppe" fue escrito a partir del poema Der Spaziergang, "El Paseo", uno de los poemas más tardíos de Holderlin firmado por Scardanelli: "Oh, por doquier hermosos bosques / en la verde cuesta pintados, / por donde a veces me encamino con dulce paz recompensado por cada espina de mi pecho, / cuando mi espíritu está en sombras, / pues el arte y el pensamiento / hondos dolores han costado / a mi vida desde el comienzo / (...) voltea, regresa / y dile adiós a todo eso"(traducción de Norberto Silvetti Paz). Desde Dieppe, la ciudad francesa situada frente al Reino Unido, en la playa, Beckett se despide de Irlanda, de Londres, del idioma inglés y de su madre, May. En la versión original de este poema la última línea decía: "hacia las luces de la ciudad".


10

RUE DE VAUGIRARD

A media altura
me detengo y boquiabierto de candor
expongo la placa a la luz y a la sombra
después retomo mi camino fortalecido
por un negativo irrecusable

Algunas interpretaciones francesas han ensayado diversas explicaciones filosóficas para "aclarar" este poema. Me sigue pareciendo más simple, y más complejo: Beckett, o su voz poética, observa una radiografía después de visitar al médico en el hospital situado en el número 396 de la calle Vaugirard. El hospital ocupó la antigua construcción de una escuela bajo el reinado de Luis Felipe. En el número 20 de esa calle, estaba el café Tabourey donde se reunían Baudelaire, Leconte de Lisle, Banville y Barbey D’Aurevilly, los simbolistas franceses.


11

ANFITEATRO DE LUTECIA

Desde donde estamos sentados más arriba que las gradas
nos veo entrar del lado de la Rue des Arènes,
dudar, mirar rápido, después pesadamente
venir hacia nosotros a través de la arena sombría,
casa vez más feos, tan feos como los otros,
pero mudos. Un perrito verde
corre por la Rue Monge,
ella se detiene, lo sigue con la mirada,
el perro atraviesa la arena y desaparece
tras el pedestal del sabio Gabriel de Mortillet
Ella se da vuelta, yo ya me he ido, asciendo solo
los escalones rústicos, toco con la mano izquierda
la rampa rústica, es de cemento. Ella duda,
da un paso hacia la salida de la Rue Monge, después me sigue.
me estremezco, soy yo quien se reúne conmigo,
ahora miro con otros ojos
la arena, los charcos de agua bajo la llovizna,
una niña arrastra un aro,
una pareja, quien sabe si unos enamorados, tomados
de la mano,
las gradas vacías, las casas altas, el cielo
que nos alumbra demasiado tarde.
Me doy vuelta, estoy azorado
de encontrarme ahí su triste rostro.

Aréne se les llamaba a los antiguos anfiteatros romanos. El desdoblamiento y el sueño en Lutecia, antiguo nombre de París. Es dable pensar que la pareja, las sombras oníricas que se encuentran a sí mismas, son Beckett y Suzanne Deschevaux-Dumesnil. Un sueño, absurdo como todos los sueños: un anfiteatro antiguo, un perro verde, una niña con un aro, una pareja de enamorados, la lluvia y el personaje en medio de todo esto. Se sabe que en la calle Monge, cerca del Square des Arénes, en el número 57, vivió Emile Faguet, en un pequeño departamento, sepultado entre libros y documentos.
Charmes, director de la Revue des Deux Mondes cuenta que cuando visitó a Faguet, le asombró la cantidad de artículos y textos que Faguet había escrito sin un destino preciso, sólo por el placer de haberlos escrito, un poco como Beckett a finales de los años treinta. Tanto en el poema "Rue Vaugirard" como en "Anfiteatro de Lutecia", Beckett se adueña de París, de sus calles y de su historia.


12

Hasta en la caverna cielo y suelo
y una a una las viejas voces
de ultratumba
y lentamente la misma luz
que sobre las llanuras de Enna en largas violaciones
maceraba desde entonces los capilares
y las mismas leyes
desde entonces
y lentamente a lo lejos se extinguen
Proserpina y Atropos
adorable de vacío dudoso
todavía la boca de sombra

La boca de sombra es la entrada a la caverna, un tema que Beckett recogió de Platón y Dante y que usó como emblema narrativo en cuentos como "El Expulsado" y "Primer Amor". Divinidad romana en su origen, Proserpina se identificó después con la Perséfone griega que adquirió un carácter infernal asociado a Libitina, una deidad funeraria. Atropos puede referirse al plural de Atropo (por cierto, una errata en la edición francesa convierte a Atropos en Antropos), conocidas como las Moiras, los espíritus del nacimiento, quienes atribuían al recién nacido el lote que le correspondía.
Hesiodo las convierte en hijas de la Noche, aunque aparecen también como hijas de Zeus y Temis y hermanas de las Horas. Sus nombres son Cloto (la que hila), Láquesis (la que asigna los lotes) y Atropo (la inflexible). Si esto es así, este poema es una alegoría del nacimiento, la muerte y el destino predeterminado.

Presentación, traducción y notas de Rafael Pérez Gay

jueves, 8 de enero de 2015

THERE THERE. (THE BONEY KING OF NOWHERE.)


En plena oscuridad, camino en tu paisaje.
Ramas rotas con las que tropiezo al hablar.
Solo porque lo sientas no significa que esté ahí.
Solo porque lo sientas no significa que esté ahí.

Hay siempre una sirena
sonando para que naufragues.
(No te acerques, no te acerques.)
Vira lejos de estas rocas,
seriamos un desastre andante.
(No te acerques, no te acerques.)

Solo porque lo sientas no significa que esté ahí.
(Hay alguien en tu hombro.)
Solo porque lo sientas no significa que esté ahí.
(Hay alguien en tu hombro.)

Está ahí.

¿Por qué tan verde y solitario?
El cielo te envió a mí.
Somos accidentes
esperando a suceder.
Somos accidentes
esperando a suceder.



In pitch dark I go walking in your landscape
Broken branches trip me as I speak
Just because you feel it doesnt mean it’s there
Just because you feel it doesnt mean it’s there

There’s always a siren
Singing you to shipwreck
(Don’t reach out, don’t reach out)
Steer away from these rocks
We’d be a walking disaster
(Don’t reach out, don’t reach out)

Just ’cause you feel it doesn’t mean it’s there
(there’s someone on your shoulder)
Just ’cause you feel it doesn’t mean it’s there
(there’s someone on your shoulder)

There there

Why so green and lonely?
Heaven sent you to me
We are accidents
Waiting waiting to happen
We are accidents
Waiting waiting to happen

                                 Radiohead

viernes, 2 de enero de 2015

Aforismo X. RAINER MARIA RILKE

 "Ser artista quiere decir no calcular ni contar; madurar como el árbol"

Rainer Maria Rilke

 
Rainer Maria Rilke, Helmuth Westhoff