lunes, 30 de noviembre de 2015

Vicent Andrés Estellés (dos)


LOS AMANTES

La carn vol carn.
Ausiàs Marc


"No había en Valencia dos amantes como nosotros.

Ferozmente nos amábamos de la mañana a la noche.
Lo recuerdo todo mientras tiendes la ropa.
Han pasado años, muchos años; han pasado muchas cosas.
De pronto aún me atrapa aquel viento o el amor
y rodamos por el suelo entre abrazos y besos.
No comprendemos el amor como una costumbre amable,
como una costumbre pacífica de cumplidos y telas
(y que nos perdone el casto señor López-Picó).
Se despierta, de pronto, como un viejo huracán,
y nos tumba a los dos en el suelo, nos junta, nos empuja.
Yo deseaba, a veces, un amor educado
y el tocadiscos en marcha, negligentemente besándote,
ahora un hombro y después el lóbulo de una oreja.
Nuestro amor es un amor brusco y salvaje,
y tenemos la añoranza amarga de la tierra,
de andar a revolcones entre besos y arañazos.
¡Qué queréis que haga! Elemental, ya lo sé.
Ignoramos a Petrarca e ignoramos muchas cosas.
Las Estancias de Riba y las Rimas de Bécquer.
Después, tumbados en el suelo de cualquier manera,
comprendemos que somos unos bárbaros, y que esto no puede ser,
que no estamos en la edad, y todo esto y aquello.

No había en Valencia dos amantes como nosotros,
porque amantes como nosotros se han parido muy pocos."


("Para un poeta-narrador, periodista, como Vicent Andrés Estellés, el erotismo es, casi siempre, el inicio orgiástico de la representación de la fiesta de los sentidos, de la comunión eufórica con la circunstancia personal y pasional del poeta. Pero es también, paradójicamente, la conmemoración del instante efímero que, por un lado, nos libera de la muerte y, por otro, la preanuncia". Ignasi Riera: Prólogo a Poesía erótica. Antología a cargo de Jaume Pérez Montaner.Barcelona: Laia, 1985)

viernes, 27 de noviembre de 2015

Francisco Umbral


EL SEXO

Lo llamamos amor porque nos turba,
pero el sexo es la espada del amor,
la hoguera que embellece las miradas,
ese fuego que incendia las cortinas,
el pecado de todos los crepúsculos,
la antorcha blanca de la madrugada.

Lo llamamos amor para que dure,
pero el sexo es la vuelta de la especie,
la hermosa zoología de nuestras vidas,
la numerología de los abrazos,
el cuerpo a cuerpo con la alegre muerte.
No hay más amor que el sexo con sus crímenes,
no hay más sexo que el amor que pasa.
El sexo y el amor, el mes de junio,
descalzos en la lluvia, los amantes
recorriendo sus parques interiores,
pisando la sonrisa de las aguas,
besando las axilas de los árboles,
llenando a las muchachas de pecado.

Lo llamamos amor porque nos turba
pero es la hoguera atroz de nuestra vida,
pero es la herida azul de nuestra muerte,
pero es el candelabro y la manzana
unidos sobre el lecho de la aurora.

                                         5-VI-2000

["Vivir en la poeticidad y vivir en la escritura son funciones o actividades complementarias. De esta inmersión radical en la escritura deriva la ubicua, todopoderosa actividad literaria de Umbral, que tocó casi todos los géneros y modalidades, cruzando los diferentes dominios de la lírica y la narrativa, cultivando también los géneros fronterizos (el diario, la entrevista) o extraliterarios (el reportaje) o no literarios de entrada (la reseña), haciendo ensayismo e historia de la literatura, transitando brumosos dominios filológicos (así el diccionario cheli). Y, por supuesto, cultivando el columnismo, en el que fue el maestro absoluto que llevó a sus últimas consecuencias las innovaciones de los grandes articulistas del siglo". Por Miguel García-Posada, en Obra poética (1981-2001), Francisco Umbral, Seix Barral, 2009].

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Haiku (cuatro). JORGE LUIS BORGES


DIECISIETE HAIKUS


1
Algo me han dicho
la tarde y la montaña.
Ya lo he perdido.

2
La vasta noche
no es ahora otra cosa
que una fragancia.

3
¿Es o no es
el sueño que olvidé
antes del alba?

4
Callan las cuerdas.
La música sabía
lo que yo siento.

5
Hoy no me alegran
los almendros del huerto.
Son tu recuerdo.

6
Oscuramente
libros, láminas, llaves
siguen mi suerte.

7
Desde aquel día
no he movido las piezas
en el tablero.

8
En el desierto
acontece la aurora.
Alguien lo sabe.

9
La ociosa espada
sueña con sus batallas.
Otro es mi sueño.

10
El hombre ha muerto.
La barba no lo sabe.
Crecen las uñas.

11
Esta es la mano
que alguna vez tocaba
tu cabellera.

12
Bajo el alero
el espejo no copia
más que la luna.

13
Bajo la luna
la sombra que se alarga
es una sola.

14
¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?

15
La luna nueva.
Ella también la mira
desde otra puerta.

16
Lejos un trino.
El ruiseñor no sabe
que te consuela.

17
La vieja mano
sigue trazando versos
para el olvido.

                              La cifra (1981)

(La cifra, 1ª ed. Buenos Aires, Emecé, 1981. 1ª ed. Madrid, Alianza Editorial, 1981. Col. Alianza Tres, 159)

martes, 17 de noviembre de 2015

Las reglas del juego (veintitrés). EL POETA Y EL FILÓSOFO, León Felipe


Yo no soy el filósofo.

El filósofo dice: Pienso… luego existo.

Yo digo: Lloro, grito, aúllo, blasfemo… luego existo.

Creo que la Filosofía arranca del primer juicio. La Poesía, del primer lamento. No sé cuál fue la palabra primera que dijo el primer filósofo del mundo. La que dijo el primer poeta fue: ¡Ay!
¡Ay!

Este es le verso más antiguo que conocemos. La peregrinación de este ¡Ay! por todas las vicisitudes de la historia, ha sido hasta hoy la Poesía. Un día este ¡Ay! se organiza y santifica. Entonces nace el salmo. Del salmo nace el templo. Y a la sombra del salmo ha estado viviendo el hombre muchos siglos.

Ahora todo se ha roto en el mundo. Todo. Hasta las herramientas del filósofo. Y el salmo ha enloquecido: se ha hecho llanto, grito, aullido, blasfemia… y se ha arrojado de cabeza en el infierno. Aquí están ahora los poetas. Aquí estoy yo por lo menos.

Éste es el itinerario de la Poesía por todos los caminos de la Tierra. Creo que no es el mismo que el de la Filosofía. Por lo cual no podrá decirse nunca: éste es un poeta filosófico.

Porque la diferencia esencial entre le poeta y el filósofo no está, como se ha creído hasta ahora, en que el poeta hable con verbo rítmico, cristalino y musical, y el filósofo con palabras obstrusas, opacas y doctorales, sino en que el filósofo cree en la razón y el poeta en la locura.

El filósofo dice:
Para encontrar la verdad hay que organizar el cerebro.

Y el Poeta:
Para encontrar la verdad hay que reventar el cerebro, hay que hacerlo explotar. La verdad está más allá de la caja de música y del gran fichero filosófico.

Cuando sentimos que se rompe el cerebro y se quiebra en grito el salmo en la garganta, comenzamos a comprender. Un día averiguamos que en nuestra casa no hay ventanas. Entonces abrimos un gran boquete en la pared y nos escapamos a buscar la luz desnudos, locos y mudos, sin discurso y sin canción.

Además, los poetas sabemos muy poco. Somos muy malos estudiantes, no somos inteligentes, somos holgazanes, nos gusta mucho dormir y creemos que hay un atajo escondido para llegar al saber.

Y en vez de meditar como el filósofo o de investigar como los sabios, ponemos nuestros grandes problemas en el altar de los oráculos o dejamos que los resuelva aleatoriamente una moneda de diez centavos.

Y decimos, por ejemplo: Puesto que no sé quién soy… que lo decida la suerte.

¿Cara o cruz?


De Del poeta maldito, México, 1941-1942-1944.
En Antología rota, Losada, Buenos Aires, 1957.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Jorge Teillier


CUANDO TODOS SE VAYAN

Cuando todos se vayan a otros planetas
yo quedaré en la ciudad abandonada
bebiendo un último vaso de cerveza,
y luego volveré al pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.
Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.

Como una araña que recorre
los mismos hilos de su red
caminaré sin prisa por las calles
invadidas de malezas
mirando los palomares
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi casa
donde me encerraré a escuchar
discos de un cantante de 1930
sin cuidarme jamás de mirar
los caminos infinitos
trazados por los cohetes en el espacio.

De El árbol de la memoria, 1961


("Teillier planteó un cierto marco conceptual para su poética en el ensayo Los poetas de los lares (1965). Sería ambicioso juzgar si este texto funcionó como manifiesto fundacional de una escuela “lárica” aunque el término se ha extendido en Chile. Sin embargo, sí es posible leer este texto como un arte poética de su autor. Lar es simplemente hogar, pero también refiere a los dioses que lo habitan. 
Teillier aparece como defensor de una idea tan válida como problemática en el mundo contemporáneo: el humanismo. El lar es lo perdido, pero el poeta dice la pérdida en otro lar, el de la palabra poética, también perdida en cuanto espacio aurático pero única casa del ser (Heidegger), a pesar de todo. Y ese todo quiere decir a pesar de la catástrofe, de Auschwitz, de las dictaduras latinoamericanas, etc.". Fragmentos de la reseña de Edmundo Garrido para Culturamas, 24 de febrero de 2014, con motivo de la publicación de Nostalgia de la tierra, en edición de Juan Carlos Vicencio, Cátedra, 1913) 

sábado, 7 de noviembre de 2015

DANCING IN THE DARK

Me levanto por la tarde
y no tengo nada que decir.
Vuelvo a casa por la mañana,
me meto en la cama sintiéndome igual.
Sólo estoy cansado, cansado y aburrido de mí mismo.
Oye, nena, necesito un poco de ayuda.

No puedes encender un fuego,
no puedes encender un fuego sin una chispa.
Se alquila esta pistola,
aunque sólo estemos bailando en la oscuridad.

El mensaje es cada vez más claro,
la radio está encendida y no paro de dar vueltas.
Miro mi aspecto en el espejo,
quiero cambiar de ropa, de peinado, de cara.

No voy a ninguna parte,
sigo viviendo en esta pocilga.
Algo está pasando en algún sitio,
nena, sólo sé que es cierto.

No puedes encender un fuego,
no puedes encender un fuego sin una chispa.
Se alquila esta pistola,
aunque sólo estemos bailando en la oscuridad.

Te sientas mientras te haces viejo,
esto no es más que una broma, pero es conmigo.
Me sacaré este mundo de mis espaldas,
ven nena, ríete de mí.

Quédate en las calles de esta ciudad,
y te apuñalarán por la espalda.
Dicen que has de pasar hambre,
nena, voy a morirme de hambre esta noche.
Me muero por un poco de acción,
estoy harto de sentarme aquí tratando de escribir este libro.
Necesito una reacción amorosa,
nena, dame una mirada.

No puedes encender un fuego,
si te sientas a llorar sobre un corazón roto.
Se alquila esta pistola,
aunque sólo estemos bailando en la oscuridad.
No puedes encender un fuego...
si te preocupas por tu pequeño mundo desmoronándose.
Se alquila esta pistola,
aunque sólo estemos bailando en la oscuridad.

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I get up in the evening
And I ain't got nothing to say
I come home in the morning
I go to bed feeling the same way
I ain't nothing but tired
Man, I'm just tired and bored with myself
Hey there baby, I could use just a little help

You can't start a fire
You can't start a fire without a spark
This gun's for hire
Even if we're just dancing in the dark

Message keeps getting clearer
Radio's on and I'm moving 'round the place
I check my look in the mirror
I wanna change my clothes, my hair, my face
Man, I ain't getting nowhere
Just living in a dump like this
There's something happening somewhere
Baby I just know that there is

You can't start a fire
You can't start a fire without a spark
This gun's for hire
Even if we're just dancing in the dark

You sit around getting older
There's a joke here somewhere and it's on me
I'll shake this world off my shoulders
Come on, baby, the laugh's on me

Stay on the streets of this town
And they'll be carving you up all right
They say you gotta stay hungry
Hey, baby, I'm just about starving tonight
I'm dying for some action
I'm sick of sitting 'round here trying to write this book
I need a love reaction
Come on now, baby, gimme just one look

You can't start a fire
Sitting 'round crying over a broken heart
This gun's for hire
Even if we're just dancing in the dark
You can't start a fire
Worrying about your little world falling apart
This gun's for hire
Even if we're just dancing in the dark


 
                            Bruce Springsteen
                            (Born in the U.S.A., 1984)