sábado, 26 de diciembre de 2015

Manuel Alegre


UN LIBRO

Un libro se escribe una y otra vez.
Un libro se repite. El mismo libro.
Siempre. O la misma pregunta. O
quizás
el no haber respuesta.
Por eso un libro anda alrededor de sí mismo
un libro el poema la prosa la frase
tensa
la escritura nunca escrita
la que no es sino el ritmo
subterráneo
el ángel oculto el río
el demonio azul.

Un libro. Siempre.
Un libro que se escribe y no se escribe
o se reescribe ante
el mismo mar.

Un libro. Navegación por dentro
vagar que no llega a ninguna Ítaca.
Un libro se repite. Un libro
esa pregunta
incognoscible código del ser.

Metáfora con cuernos y pies de cabra.
Un libro. Ese buscar
cosa ninguna.
O sólo el espacio
el gran interminable espacio en blanco
por donde corre la sangre la escritura la vida.
Un libro.

                        Libro del Portugués Errante, 2001
                       Traducción de María Tecla Portela Carreiro.


(Estudió derecho en la Universidad de Coímbra, donde fue un activo dirigente estudiantil. Dirigió el periódico A Briosa, fue redactor de la revista Vértice y colaborador de Via Latina. Vivió diez años exiliado en Argel, donde dirigió el Frente Patriótico de Liberación Nacional. En los micrófonos de la emisora A Voz da Liberdade, su voz se convirtió en un símbolo de resistencia y libertad. Entretanto, sus dos primeros libros, Praça da Canção (1965) y O Canto e as Armas (1967), fueron censurados, pero pasaron de mano en mano en copias clandestinas, manuscritas o dactilografiadas. Sus poemas, cantados por Zeca Afonso y Adriano Correia de Oliveira, se volvieron emblemas de la lucha por la libertad).

jueves, 17 de diciembre de 2015

Francisco Umbral (dos)


EL ALCOHOL

El PSOE denuncia que se vende alcohol en gasolineras,
coches ambulantes y locales sin licencia.
(De los periódicos)

El alcohol vuelve siempre, como un lobo,
como un esbelto lobo transparente.
El alcohol lo dejamos, lo prohibimos,
pero él acude siempre a la llamada
hetaira y solitaria de la noche.
El whisky enciende bosques en mi alma,
la ginebra es doncella y cuenta cosas,
el vino es camarada de los pobres,
y el champán surrealista de Breton
decoraba los hombros de la amada.

Yo he dejado el alcohol, por esta vez,
pero siempre se vuelve
al pecado nocturno y filosófico,
al alcohol del pensar,
a esa otra lucidez que hay en la copa,
a esa lanza que mata, lanza o lumbre,
y enciende el corazón para más vida.

                                          25-IV-2000

("Cuando la guerra del tabaco está en tablas empieza la guerra del alcohol, que resulta que también es malo y no sólo alegrillo.Por estos días se ven los primeros carteles publicitarios contra el alcohol, que en la televisión son muy artísticos. La guerra todavía no ha profundizado, y el bebedor está feliz en su ignorancia, pero pronto le rodearán los comanches del hígado, del pulmón, de la garganta, de la orina, etc., y ya ha empezado a decir que él bebe lo de reglamento, que no va a bajar al bar de los amigos para ver cómo beben ellos, que La Hepatitis era sólo una puta que él conoció en su pueblo. Hay una frasecilla que incluso manejan algunos periodistas: «Yo a ése sólo le conozco de copas». Queda un poco hortera, pero funciona mucho". EL MUNDO, 30-4-2004).

lunes, 14 de diciembre de 2015

Las reglas del juego (veinticuatro). LA POESÍA DEBE SER..., Jorge Teillier

...
Tú sabías que la poesía debe ser usual como el cielo que nos
       desborda,
que no significa nada si no permite a los hombres acercarse
       y conocerse.
La poesía debe ser una moneda cotidiana
y debe estar sobre todas las mesas
como el canto de la jarra de vino que ilumina los caminos
       del domingo.
Sabías que las ciudades son accidentes que no prevalecerán
       frente a los árboles,
que la poesía no se pregona en las plazas ni se va a vender
       a los mercados a la moda,
que no se escribe con saliva, con bencina, con muecas,
ni el pobre humor de los que quieren llamar la atención
con bromas de payasos pretenciosos
y que de nada sirven
los grandes discursos tartamudos de los que no tienen nada
       que decir.
La poesía
es un respirar en paz
para que los demás respiren,
un poema es un pan fresco,
un cesto de mimbre.
Un poema 
debe ser leído por amigos desconocidos
en trenes que siempre se atrasan,
o bajo los castaños de las plazas aldeanas.
...

                             Muertes y maravillas, 1961

martes, 8 de diciembre de 2015

Jorge Teillier (dos)


OTOÑO SECRETO

Cuando las amadas palabras cotidianas
pierden su sentido
y no se puede nombrar ni el pan,
ni el agua, ni la ventana,
y la tristeza ha sido un anillo perdido bajo nieve,
y el recuerdo una falsa esperanza de mendigo,
y ha sido falso todo diálogo que no sea
con nuestra desolada imagen,
aún se miran las destrozadas estampas
en el libro del hermano menor,
es bueno saludar los platos y el mantel puestos sobre la mesa,
y ver que en el viejo armario conservan su alegría
el licor de guindas que preparó la abuela
y las manzanas puestas a guardar.

Cuando la forma de los árboles
ya no es sino el leve recuerdo de su forma,
una mentira inventada por la turbia
memoria del otoño,
y los días tienen la confusión
del desván a donde nadie sube
y la cruel blancura de la eternidad
hace que la luz huya de sí misma,
algo nos recuerda la verdad
que amamos antes de conocer:
las ramas se quiebran levemente,
el palomar se llena de aleteos,
el granero sueña otra vez con el sol,
encendemos para la fiesta
los pálidos candelabros del salón polvoriento
y el silencio nos revela el secreto
que no queríamos escuchar.

Para ángeles y gorriones, 1953-1956

["El poema inaugural del canon teillieriano es 'Otoño secreto', notable y decidora declaración de principios de buena parte de lo que será su poesía son estos primeros versos del primer poema del primer libro que publicara (valga la severa especificación). Una estética del tiempo y la memoria: 'Cuando las amadas palabras' -el lenguaje, guardián de la realidad y la razón humana-, que tienen la cualidad de ser 'cotidianas' -las del día a día, las de la normalidad, las del hogar-, 'pierden su sentido' -cuando han perdido su propia razón de ser- 'y no se puede nombrar' ningún elemento esencial como el pan, el agua o una ventana, solo queda la verdad del 'diálogo' con uno mismo -aquella soledad- versus lo 'falso (de) todo diálogo' con otro, y las trizas de las imágenes -de la reproducción del pasado, de la memoria fijada evocando- en las 'destrozadas estampas (...) del hermano menor', que es el representante de lo novedoso, de lo que vendrá. Por eso 'es bueno' conservar las reminiscencias de un pasado aún presente en las imágenes de la cotidianidad familiar, en 'los platos', 'el mantel', 'el viejo armario' y la felicidad embotellada del 'licor de guindas preparado por la abuela' junto a las 'manzanas puestas a guardar': he aquí la mezcla entre los elementos de la persistencia en el tiempo, que son la rutina, y los del pasado como 'el viejo armario' y 'la abuela' -la centinela del pasado- que se contrapone al hermano menor -aquel que guardará el futuro- antes evocado". Por Juan Carlos Villavicencio, encargado de la edición de Nostalgia de la Tierra. Antologia, Jorge Teiller, Cátedra, 2013).