miércoles, 30 de marzo de 2016

Las reglas del juego (veintiocho). EL RITMO, Octavio Paz


"En el fondo de todo fenómeno verbal hay un ritmo. Las palabras se juntan y separan atendiendo a ciertos principios rítmicos. Si el lenguaje es un continuo vaivén de frases y asociaciones verbales regido por un ritmo secreto, la reproducción de ese ritmo nos dará poder sobre las palabras. El dinamismo del lenguaje lleva al poeta a crear su universo verbal utilizando las mismas fuerzas de atracción y repulsión. El poeta crea por analogía. Su modelo es el ritmo que mueve a todo el idioma. El ritmo es un imán. Al reproducirlo —por medio de metros, rimas, aliteraciones, paronomasias y otros procedimientos— convoca las palabras".


Puerto de Leba, Max Pechstein (1922)

("El ritmo", en El arco y la lira, en OC, v. I. México: Fondo de Cultura Económica, 1995, p. 73-88).

miércoles, 23 de marzo de 2016

Joaquín Pérez Azaustre


EL TRIUNFO DEL HOMBRE

Has pasado los días
huyendo hacia el abismo.

La luz ya no delata tu presencia.
Te mueves como un rey entre las sombras.

Con el tiempo murieron tus amigos.
Hay quien dice que tú fuiste el culpable,
hay quien dice: por eso sigue vivo.

Los viejos te señalan por la calle,
te observan desde lejos las mujeres casadas,
te cercan las muchachas si regresas.

Todos quieren sin duda tu secreto,
reírte de la vida mientras fumas,
mientras dejas que sueñen en la cama
largos besos de adiós que no concibes,
andar entre la gente sin un roce.

Tu mirada delata un héroe oscuro.

Sólo un ser puede asustarte en esta hora
y tú le esperas bebiendo,
conoces de momoria sus seis nombres
pero él también se inquieta ante la fama
de un cínico a las puertas del infierno.

                                      De Delta (2004)

jueves, 17 de marzo de 2016

Haiku (seis). JACK KEROUAC


Pájaros cantando
en la oscuridad
- Lluvioso amanecer.


Birds singing
in the dark
- Rainy dawn.


*

La baja amarilla
luna sobre la
tranquila luz del hogar.

The low yellow
moon above the
Quiet lamplit house.

*

La luna,
la estrella fugaz
- Mira a otra parte.


The moon,
the falling star
- Look elsewhere.


*

Sea lo que sea, renuncio
- ahora dejaré salir
mi aliento.


Whatever it is, I quit
-now I'll let my
breath out.


*

No hubo telegrama hoy
Sólo más hojas
cayeron.


No telegram today
only more leaves
fell.


*

Anochece
demasiado oscuro para leer la página
demasiado frío.


Nightfall,
too dark to read the page
too cold.


*

Luminoso gusano
durmiendo en esta flor -
tu luz está encendida.


Glow worm
sleeping on this flower -
your light's on.




["Tras conocer el budismo e influenciado por el poeta zen Gary Snyder (Japhy Ryder en Los Vagabundos del Dharma), Kerouac descubre los haikus. En la novela sus alter egos van creando haikus espontáneamente mientras suben una montaña, y discuten si cumplen con los requisitos o no para considerarlos como tales, centrándose en aspectos temáticos y en la sencillez del poema, pues cualquier adorno estilístico los alejaría de la sobriedad intrínseca del haiku". Alan Meller. 2006 . «El haiku americano de Jack Kerouac». Documentos Lingüísticos y Literarios].

viernes, 11 de marzo de 2016

Las reglas del juego (veintisiete). LAS PALABRAS (dos), Octavio Paz


"Nadie puede substraerse a la creencia en el poder mágico de las palabras. Ni siquiera aquellos que desconfían de ellas. La reserva ante el lenguaje es una actitud intelectual. Sólo en ciertos momentos medimos y pesamos las palabras; pasado ese instante, les devolvemos su crédito. La confianza ante el lenguaje es la actitud espontánea y original del hombre; las cosas son su nombre. La fe en el poder de las palabras es una reminiscencia de nuestras creencias más antiguas: la naturaleza está animada; cada objeto posee una vida propia; las palabras, que son los dobles del mundo objetivo, también están animadas. El lenguaje, como el universo, es un mundo de llamadas y respuestas; flujo y reflujo, unión y separación, inspiración y espiración. Unas palabras se atraen, otras se repelen y todas se corresponden. El habla es un conjunto de seres vivos, movidos por ritmos semejantes a los que rigen a los astros y las plantas".

("El ritmo", en El arco y la lira, en OC, v. I. México: Fondo de Cultura Económica, 1995, p. 73-88).

martes, 8 de marzo de 2016

ERNOLD SAME

Ernold, el mismo, se despertó del mismo sueño
en la misma cama en el mismo momento.
Se miró en el mismo espejo,
hizo el mismo ceño
y se sintió de la misma manera todos los días.

Luego Ernold, el mismo, tomó el mismo tren
en la misma estación, sentado en el mismo asiento
con la misma mancha desagradable,
al lado del mismo anciano, ¿cuál es su nombre?
De camino hacia el mismo lugar.

Con el mismo nombre
para hacer lo mismo
otra y otra y otra vez.
Pobre del viejo Ernold, el mismo.

Oh, Ernold, el mismo.
Su mundo se queda igual.
El hoy siempre será el mañana.
Pobre del viejo Ernold, el mismo.
Está teniendo esa sensación una vez más.
Nada, nada cambiará mañana.

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Ernold Same awoke from the same dream
In the same bed
At the same time
Looked in the same mirror
Made the same frown
And felt the same way as he did every day


Then Ernold Same caught the same train
At the same station
Sat in the same seat
With the same nasty stain
Next to same old what's-his-name
On his way to the same place


With the same name
To do the same thing
Again and again and again
Poor old Ernold Same

Oh, Ernold Same
His world stays the same
Today will always be tomorrow
Poor old Ernold Same
He's getting that feeling once again
Nothing will change tomorrow


Damon Albarn - Blur (The Great Escape, 1995)

viernes, 4 de marzo de 2016

Hermann Hesse


EL POETA

Para mí, el solitario, sólo para mí
brillan las innumerables estrellas de la noche,
la fuente de piedra susurra su mágica canción,
y sólo para mí, para mí, el solitario,
surcan las sombras coloreadas
igual que nubes que deambulasen como sueño sobre el paisaje.
No un hogar ni un sembrado,
ni bosque o profesión me fueron concedidos,
mío es tan sólo lo que no tiene dueño,
el arroyo que cae tras el velado bosque,
mío el fecundo mar,
mío el gorjeo de los niños que juegan,
el dolor y las lágrimas del enamorado solitario en el atardecer.
Míos también los templos de los dioses,
el venerable bosque del pasado.
Y no es menos mi patria en el futuro
la iluminada bóveda celeste.
Mi alma alza el vuelo a veces con nostalgia
para ver el futuro dichoso de los hombres,
para ver el amor, vencedor de la ley, amor de pueblo a pueblo.
Vuelvo a encontrarme a todos, cambiados con nobleza:
al rey, al campesino, al comerciante, al laborioso pueblo de los
        marineros,
al jardinero y al pastor, todos, agradecidos,
celebran la universal fiesta del futuro.
Sólo falta el poeta,
él, testigo solitario,
portador del anhelo del hombre y su pálida imagen,
pues que el futuro, el mundo consumado
no necesitan más. Sobre su tumba
muchas coronas se marchitan,
pero ni rastro ya de su recuerdo.


("Aunque relegada por la enorme popularidad de su narrativa, la producción poética de Hermann Hesse ocupa un lugar importante dentro del marco de su obra. Y no sólo por la constancia y la fidelidad con que le dedicó sus esfuerzos a todo lo largo de su vida y de su trabajo como escritor. Sus primeros poemas datan de 1895; el último está fechado la víspera misma de su muerte, 8 de agosto de 1962.
La importancia radicaría, a mi modo de ver, en otra circunstancia: la de ofrecer, de forma condensada, tanto los temas como la actitud ante la vida y el arte, que Demian, Bajo las ruedas, Siddharta o El lobo estepario no hacen sino desarrollar, comentar o explicitar". Por Jenaro Talens, en su prólogo a la edición de la antología Escrito en la arena, Visor Libros, 2011).


martes, 1 de marzo de 2016

Las reglas del juego (veintiséis). CÓMO SE HACE UN POEMA, Manuel Alegre


CÓMO SE HACE UN POEMA

Yo hice mi poema con muchas cosas.
Rompí retratos abrí un pozo
en la llanura. Habité muchos cuadernos.
Fui a la guerra y morí. Fui a la guerra y volví.
Con muchas cosas hice mi poema.

Mané ¿en dónde dejaste mi primer verso?
Mané rimaba siempre con por qué. ¿Por qué?
Mi tía se murió despacio despacio.
Ese día aprendí el sustantivo muerte.
Con muchas cosas hice mi poema.

Algunas no las digo. ¿Para qué decirlas?
Por ejemplo: rimaba estrelas con procelas.
En las rimas era libre. Vinieron a prenderme a prenderlas
y descubrí otra rima para estrelas: celas.
Con muchas cosas hice mi poema.

Campanillas nocturnas ¿por qué no me llaman?
Mis amigos silbaban siempre a media noche
Coimbra era una europa llena de trenes.
Campanillas nocturnas ¿por qué no me llaman?
Con muchas cosas hice mi poema.

Partí vestido de soldado. Yo vi Lisboa
llena de lágrimas. Y un avión se quedó
mucho tiempo volando entre lágrimas y nubes
mi amada llorando en el aeropuerto triste.
Con muchas cosas hice mi poema.

Mi amigo murió. Ya dije cómo fue.
La mina reventó mi amigo se quedó
con las tripas fuera encima de un árbol.
Aprendí en tercera persona el verbo morir.
Con muchas cosas hice mi poema.

Vi soldados con las manos llenas de sangre
y eso fue demasiado. Y tuve que aprender
en primera persona el verbo matar. Desde entonces
hay ciertos adjetivos que me duelen mucho.
Con muchas cosas hice mi poema.

No voy a decir el tiempo que tarda un verso.
¿Cómo deciros por ejemplo el tiempo
con las llaves metálicas llamando
en mi celda que después rimé con estrella?
Con muchas cosas hice mi poema.

Ciudad ya la rimé con libertad
(aprendí muchas cosas desde ese tiempo)
libertad la rimé después con estrella y celda
hice rimar tristeza con alegría
mi poema rimó con mi vida.

Como quien se despide yo hice un poema
Manuel Bandeira dice como quien muere
yo digo como quien pelea y por cantar no muere
como un violín entre un obús y la muerte
como quien arde (no está mal) o como quien enciende.

Yo mismo me apagué algunas veces
y siempre me encendí con mi poema.
Los soldados se sentaban alrededor de la leña.
¿Cómo hablarles? De repente yo dije:
camaradas la patria somos nosotros.

Y los soldados se callaban alrededor de la leña.
Entonces yo dije: es el tiempo de la vendimia.
José ¿cuántos almudes hay en tu aldea?
En mi aldea mi patrón hace mil almudes.
José la patria somos nosotros ¿entiendes?

Y los soldados se callaban alrededor de la leña.
José en tus manos empiezan todas las vendimias
del color de la sangre: es el color del vino ¿entiendes?
Mi poema se encendió sobre la leña
alguien cantó: la patria somos nosotros.

Con muchas cosas hice mi poema.
Lo aprendí en el viento. Lo aprendí en el barro.
Sobre todo en la calle. Y en algunos libros también.
Aunque fue junto a los hombres en donde aprendí
lo terribles y sagradas que son las palabras.

Aquí os dejo mi poema. Aquí os dejo
ciudad sin rimar con libertad
libertad rimando con estrella y celda
mi poema rimando con mi vida. Aquí os dejo
las cosas con las que hice mi poema.

                                 Plaza de la canción, 1965.
                                 Traducción de María Tecla Portela Carreiro.